Paranoia, falta de experiencia de vivir en altura, llámenlo como quieran. El caso es que ya se han hecho habituales, aquà en el edificio donde está Canal Preto HQ®, y seguramente en otros edificios también, al menos un par de mudanzas por semana, si no más. Ésta es sólo una de esas cosas que nos dejó el terremoto y que no le han dado tanta bola. Porque obvio que hay más.
Y eso que la sacamos barata con el terremoto. La semana pasada llegó un ingeniero del IDIEM a evaluar los daños y no hemos sabido de ningún conserje, ni tortuga ninja con megáfono gritando como desaforado pa' arriba "¡Desalojen ya!" (y menos mal que no cobró 100 palos). Grietas por diferencia de material, algunos azulejos trizados, y serÃa todo. Pero asà y todo, hay gente que se asustó -¿demasiado?- y está mudándose de este edificio, quizá, para vivir en una casa. Gente que talvez nunca le habÃa tomado el peso o no tenÃa experiencia de terremotos en un edificio en altura, y que lo va a pensar dos, tres, mil veces antes de mandarse la misma gracia. Porque se mueve, y se mueve harto.
Pero hay otros "fenómenos" que nos trajo el "tagadá" de 8.8 Richter y que no les han dado tanta bola:
Gente comprando teles: ni siquiera de LCD o Plasma, como ésas que saquearon, sino teles comunes y corrientes, que después de todo están baratas y permiten reemplazar el veterano (o no tanto) que se sacó cresta y media en el piso con el remezón. Uno entiende que en circunstancias como ésta la gente se agolpe en los comercios a comprar radios a pila, linternas, hasta uno que otro equipo de iluminación de emergencia. Pero... ¿teles? Ni muebles, ni materiales de construcción... sino teles. Y eso lo vi todos los dÃas en el centro. ¿Tan imprescindible es la tele?
Minas con crisis de pánico ante cada remezón. Han habido réplicas chicas y grandes. Y ustedes seguramente no se imaginan lo que es trabajar en un piso 7, al lado de un Call Center lleno de minas. El dÃa del "surrealista" cambio de mando, el 11 de marzo pasado, fue dÃa perdido para muchos. Costaba trabajar asÃ. Remezón fuerte y ya medda... minas corriendo por el pasillo. Aunque, pensándolo bien... ¿les mostré las mamparas de vidrio que hay por todo el lugar?
Las grietas en las murallas ya son parte de la habitualidad. Y las barreras de cinta plástica también. Entre todo lo que no cayó, en lugares públicos, en las calles del centro, en algunas estaciones de Metro, en cualquier lugar. El otro dÃa fui a la peluquerÃa de un afamado mall y tate, ahà estaba, de abajo a arriba, mudo testimonio del suacatazo. En la consulta de mi psicóloga, también. Tremenda grieta. Imposible no hablar de eso. Y asà fue como toda la hora de la consulta nos dedicamos a hablar de eso. Yo creo que lo del terremoto les dio pauta a todos ellos como pa' dos semanas al menos. Es increÃble todas las trancas que salen a flote con un fenómeno asà y cuyo descubrimiento los loqueros pueden explotar a destajo. Impresionante.
El uso de Facebook fue permitido en el trabajo. Para no crerlo. Ese lunes (o al dÃa siguiente, no recuerdo bien) nos llegó a todos un correo de que "habÃa sido habilitado el servicio Facebook" y hasta con instructivo de uso y todo. Y con logo institucional. Priceless.
Gente llamándoles "plasmas" a los televisores LCD. Creà que éste vicio era de flaites, pero con el terremoto y los saqueos, el término se chacreó. Hace poco me habÃa comprado un plasma LCD y ese dÃa temà por su vida. Pero tenÃa tanto cable embutido por detrás, que se mantuvo firme y no le pasó ná.