Reconozco que voy a McDonalds. A lo lejos, cada dos semanas. Lo que me mantiene a distancia no es la comida, ni la mala fama que gente resentida le haga a la cadena. Son los cabros chicos. Esos que sobreabundan los fines de semana y juran que la famosa cajita feliz es el gran premio a una semana de buen comportamiento (o no tan bueno).
Pero a veces veo otro tipo de "cliente". El padre o madre separado que lleva al hijo que no ve en toda la semana, porque tiene que haber un lugar para ello, para verse, con o sin ganas, porque ese padre o madre ya no puede verse con su ex, porque apenas le da para ir a buscar al crio y llevarlo de paseo el fin de semana. Y terminan comprando dos cajitas felices, una para el crio y la otra para el o la separada, total, de lo que menos ganas tiene esta última persona es comer una hamburguesa. Asà que el tamaño de la mugrecita da lo mismo.
En teorÃa deberÃan haber de dos tipos: de esos que perdieron la tuición del crio y lo aman (pero ya no aman a su pareja) y de los que tienen que llevar al hijo a pasear "por cumplir". ¿Me van a creer que no he visto más que de estos últimos? Y veo siempre al padre o a la madre con cara de amargados frente al hijo. Sin hablar. Esperando que el crÃo se coma la hamburguesita para salir. Teniendo al lado de las mesas los juegos, los toboganes y piscinas de pelotas en los que los demás niños juegan y gritan sin parar. Y después, toma tu juguete y vámonos.
La historia de las secuelas de un fracaso matrimonial salen por la puerta de salida, antes que la vendedora se acerque a ofrecerles helado. O talvez esa vendedora ni se quiere acercar para no alargar el suplicio.
Y ahi queda la bandeja. El crio se llevó dos juguetitos de Ronald McDonald. Y una cajita infeliz quedó sobre la mesa, a medio comer.
En Venezuela hay de todo, hay personajes que dan ganas de mandarles su buena "PLR" con viento fresco, como también hay personajes notables. Más allá de parodias chantas, el Puma es el Puma. José Luis Rodriguez González (su nombre real y completo) nació en 1943 y ya de joven comenzó como cantante aficionado en un programa de TV. El apodo de "El Puma" se lo ganó interpretando un personaje con ese nombre en una teleserie venezolana que se llamaba "Una Muchacha Llamada Milagros". A mediados de los 70s se internacionaliza y ya entrando los 80s llega como artista consagrado al Festival de Viña de 1981, no sin escándalos por una supuesta rivalidad con otro notable, Julio Iglesias.
Este temón no suele estar entre los más recordados. Y esa es la gracia, el rescate. Además lleva por nombre un refrán popular. ¿No es notable eso? Y con imágenes del Festival de Viña ¿no es eso más notable aún?
En Sonido AM: José Luis Rodriguez - Una golondrina no hace verano (1978).
Uf... un poco de música de ascensor. Este trompetista es muy seco.
En Carta de Ajuste: Herb Alpert - Rise (1979)
Un clásico cuneta, un himno al desamor flaite, un imperdible de feria libre, un must en cualquier colección de cassettes piratas. La mÃtica Sonora Malecón con este temón... "Picara, picarona... picara picarona..." La banda sonora de una vida llena de umirdá y que se recuerda pa toa la vida, sosio.
En Mondo Shulo, música shula para alegrar su dÃa: La Sonora Malecón - PÃcara
Eran tiempos en que en la tele se repetÃa a cada rato este spot publicitario argentino con un jingle pegote de fondo. Y a mi me encantaba echarme las Eveready a la boca y nadie me decÃa que podÃa ser peligroso. Debe ser por eso que quedé tan loco.
Vivo en una casa de viejo. Como buena casa de viejo, tiene su patio de casa de viejo. Y como buen patio de casa de viejo, tiene su rincón oculto de patio de casa de viejo. Y como buen rincón oculto de patio de casa de viejo, tiene su cuarto de cachureos de rincón oculto de patio de casa de viejo. Y como buen cuarto de cachureos de rincón oculto de patio de casa de viejo, tiene hartas telarañas.
Y las telarañas no son buenas.