La era de las micros amarillas en Santiago de Chile estuvo llena de historias pencas. Escolares que no eran tratados dignamente, paros de transporte apoyados por empresarios mafiosos, máquinas antiguas y sucias, choferes maleducados y bota'os a choros. Pero existió un intento de medio de comunicación que se apoyaba en este submundo para existir: RadioBus.
Sus inicios fueron en 1997, al parecer -según algunos foros- en las mismas instalaciones de la antigua Radio Minería en la calle Miguel Claro en Providencia, para pasar luego a ocupar estudios propios en un piso de un edificio en calle Gral. Salvo, y luego en otro edificio en Providencia con Carlos Antunez. Sus dueños eran un ex-dueño de la también desaparecida Viva FM (actual Zero), en conjunto con otro empresario ligado a los microbuses.
RadioBus no era muy distinta a una radio "común y corriente". Era una radio FM, como muchas, pero transmitía en una frecuencia que no pueden captar nuestros aparatos de FM convencionales. Los entendidos llaman a este tipo de radios como "fuera de banda". Concretamente, y si a alguien le interesa, la frecuencia de RadioBus era 49.3 FM.
Aunque, rigurosamente, hay que decir que alguna vez sí existió esta banda: eran los tiempos de la primera asignación de frecuencias para la "revolucionaria" Frecuencia Modulada, con sonido de "alta fidelidad" y menos interferencias, en los años pre-Segunda Guerra Mundial -de hecho los gringos llaman a esta banda "45MHz" o "prewar"-. Luego, ya entrando a los años 50, a los gringos les dio por potenciar la televisión comercial en esta banda, con lo que la FM se corrió a los 88-108 MHz que usamos hoy.
La programación de RadioBus era una mezcla de música anglo y latina -similar a FMDos en sus comienzos-, y las noticias eran proveidas por un convenio con Radio Cooperativa. Los boletines se grababan en MiniDisc y salían al aire por RadioBus 10 minutos después. La "voz institucional" de RadioBus era Hernán Pereira.
Pero RadioBus fue un producto incomprendido y con mala suerte. Primero, las máquinas del transporte público de ese tiempo eran ruidosas y no permitían oir la transmisión a menos que estuvieran detenidas. Esto se intentó solucionar posteriormente ecualizando el sonido de manera especial -algo como lo que actualmente hace el Metro al interior de los carros de la Línea 4 con MetroTV-. Otro problema, ligado directamente a la realidad de las "micros", era que saltaban mucho y con esto los receptores sufrían bastante. El problema más común era que se soltaran los cables al interior y causaran cortocircuito. Más aún, otro problema que tuvo en la práctica era que los choferes de las "micros" al poco tiempo se aburrían de escuchar siempre la misma radio, por lo que comenzaron a desconectar los receptores de RadioBus e instalar nuevamente sus receptores "normales". En efecto, era una radio pensada para el pasajero, no para los choferes. No es ningún misterio que los choferes de "micros" eran como tontos pa' la música tropical, que en ese tiempo estuvo muy de moda, pero que poco o nada de cabida tenía en la parrilla de RadioBus.
El final de la historia es simple, pero no por ello menos triste: el socio que tenía contacto con los microbuseros se retiró, y ello causó que al corto plazo, la emisora quebrara. Todo esto por allá por el 2002.
¿Y tú, recuerdas haber escuchado RadioBus alguna vez?