Junta un grupo de amigos con ganas de hueviar, una laptop, una tele y unos cuantos comerciales viejos bajados de YouTube. El resultado es lo que ves en el video. A algunos nos dan nostalgia estas cosas, talvez risa a ratos... ¡Pero éstos se la gozan! El video en cuestion es una tanda comercial de TVN del año '85 (aquà la tanda completa). El trozo que se ve en el video comienza aproximadamente a los 5 o 6 minutos.
Ocurrió un fin de semana, de compras en el supermercado. Iba pasando por la sección de aseo y limpieza, cuando en un rincón de un estante, bien abajo... ¡oh sorpresa! ¡El Sapolio aún existe!
La historia del Sapolio comienza en 1868, cuando la empresa gringa Enoch Morgan Sons crea este jabón pulidor al que da el nombre de Sapolio -derivado de "soap", jabón en inglés-. El infaltable en la casa de la abuelita, cuando era chico, en un rincón del baño o de la cocina... la verdad es que no recuerdo dónde se usaba más, porque para esa época ya el Sapolio comenzaba a pasar al olvido. Con frases como "Más ordinario que traficante de Sapolio" o "Anda a lavarte la r*ja con Sapolio", definitivamente, la marca comenzó a morir en Chile.
Lo extraño es que una empresa peruana habrÃa comprado la marca a P&G y actualmente en ese paÃs se está vendiendo una lÃnea de productos de limpieza bajo esa marca, completamente modernizada, adaptada a los tiempos y hasta con mascota -era que no, un sapo-. Más aún, esta empresa compró a Klenzo, que era la empresa que producÃa el Sapolio en Chile y cuyo producto homónimo tiene una historia tan mÃtica como el Sapolio.
Luego de la fama gringa, resulta curioso que en un paÃs del mundo, el Sapolio aún esté vivo y actual. AquÃ, sinceramente, escondido en el último rincón de un estante de supermercado, preferirÃa que no estuviera. Obvio, siempre digno.
Decir Chispita es acordarse de la época ochentera, de los dieciochos de septiembre y de ese engendro recordándonos no elevar volantines con hilo curado -que por demás actualmente es ilegal-. Luego apareció haciendo un llamado a apagar teles, lámparas y cuanta cosa con enchufe encontráramos al paso. Debe haber sido un pésimo negocio para Chilectra. ImagÃnate, una mascota institucional llamándonos a no consumir el producto de la empresa para la cual trabaja. Insólito. SerÃa como si Ronald McDonald llamara a quemar cajitas felices en plena Alameda. Pero era posible. Más aún, muchos recordarán la pegatina que se colocaba en el interruptor y que brillaba en la oscuridad. ¿Quién no esperaba ansioso la hora de apagar todas las luces para ver la pegatina brillando en la oscuridad? Esa pegatina me imagino que les costó cientos de millones de pesos en pérdidas. Con el paso del tiempo, el brillo de esa Chispita desapareció igual que su fama, varios años decaÃda, hasta que en una idea brillante lo hicieron renacer, como el ave fénix, con un jockey hacia el lado y una voz más teenager. Y con sitio web y todo.
Don Graf, en tanto, no tenÃa esa vida bonita de Chispita. La verdad es que lo mandaron desde "ese paÃs al norte de Latinoamérica" y, cuando supo que venÃa a Chile, estuvo varias semanas cagado de miedo. Pero llegó y se le pasó el susto al comprobar que el delincuente chileno era mucho más rasca de lo que se cree fuera. Algunos dicen que hasta le dio ataque de risa. El asunto es que apareció en la tele y en insertos de diarios predicando la desconfianza a cualquier cosa que se mueva.
En cuanto a ForestÃn, todos dicen que es un castor pero en verdad es un coipo. Se cuenta que los de la Conaf estuvieron varios años cabeceándose para encontrar a alguien capaz de llevarse la tarea de defender los árboles. Pensaron en algún superhéroe gringo, pero la verdad es que por ese año 1976 todavÃa el paÃs se estaba recuperando económicamente de ese cagazo de triste recuerdo, y no habÃa plata ni para traer a Super Ratón. En eso, apareció este dentón simpático en uno de los tantos viajecitos al sure para ver en terreno el desastre del último incendio forestal. Lo pillaron en plena faena. Le preguntaron si podrÃa hacerse cargo de una campaña nacional masiva. O sea, con tanto incendio no tenÃa ni un tronco que comer y estaba muerto de hambre. Dijo al tiro que sÃ. De ahà en adelante, cada vez que se le podÃa ver apagando un incendio forestal era pa' la pura tele no más. A veces lo llaman para que vuelva, pero siempre dice que es un personaje retirado de la televisión y que la tele de hoy le apesta porque es pura farándula. En el fondo, es secreto a voces que ForestÃn tiene miedo de que los del SQP descubran que es un vago y que, lejos de defender los árboles, se los come...
Pero hay un personaje que talvez es el más humilde y bajo perfil de los tres: Segurito. Esa caja con patas que te dice que tienes que usar casco hasta para lavarte el pelo. Los intentos por saltar a la fama masiva han sido tantos que el pobre guardián de la seguridad terminó agotado. Hasta que en una cadena de cines se acordaron de él y lo llamaron para que le hiciera compañÃa a un tal Gato Joe. Dicen que Segurito con su nuevo trabajo se ahorró hasta las visitas al psicólogo cuando cachó que habÃan seres más miserables que él.
Cuando el Gato Joe descubrió que, tras la llegada de Segurito, las salas de Cinemark se llenaban un 1% más rápido, se urgió en mala. Dicen que estaba en conversaciones para ser segunda mascota en Paz Ciudadana, pero cuando le dijeron que iba a trabajar junto con un perro, arrancó. Luego fue donde ForestÃn, pero éste le dijo que ya estaba retirado hace rato. Finalmente, el único lugar que le estarÃa quedando como reemplazo, cuando le den la patá los de Cinemark, es acompañar a Chispita. Incluso, se cuenta que ya habrÃa estado a prueba junto con Chispita en un evento masivo pero, para mala suerte de los dos, en un manotazo el Gato Joe le habrÃa desatado un zapato a Chispita, saliendo al instante un olor a pata, a hongos y a calor de años...
Sigo en transición y lo que se veÃa como el plan más prometedor, el camino que mejor pintaba para este espacio ya no va más.
Digámoslo como se debe: la onda ochentera tiene chato a medio mundo, producto de escuchar las mismas canciones una y otra vez y de esa ranciedad que ha adquirido la nostalgia por aquellos años y sus Ãconos "de culto", producciones locales de bajo presupuesto, pero que en sus tiempos parecÃan ser lo máximo. Aunque, contrario a lo que Ud. ya se estará imaginando, la onda ochentera no es lo que pretendÃa defender este espacio. Es más bien la década que le siguió.
La evidencia confirma que "es lo que se viene". Considerando la no despreciable cantidad de teenagers que ha convertido en figuras de culto a Ãconos de la década recién pasada, es cuestión de tiempo que esta generación post-dictadura llegue a ser profesional en la próxima década y con ello llame la atención de los dueños de medios como para hacer algo similar a lo que han hecho para nuestra generación en los últimos años. Un revival noventero generalizado y masivo.
Y urgando en el espacio temporal de los noventas, me doy cuenta que casi no me acuerdo de nada. Y lo poco que recuerdo no es para nada grato. Mi paso por la enseñanza media lo odié a muerte y en cuanto a música no salÃa del dance basuriento cuya última expresión fue mi fanatizamiento a la Radioactiva el año en que apareció (y estamos hablando de la original, "la energÃa que te mueve", no de la "retro-activa" actual que, dicho sea de paso, que alguien le cambie el nombre urgente). Si no era dance o discotequero, era fome. Asà de simple. A causa de este hecho ya consumado e irreparable, vi pasar enfrente mÃo todo ese movimiento al que llamaron "grunge" sin que se me moviera un solo pelo. Nirvana, Pearl Jam... no existieron simplemente. De lo que vi pasar harto y a la fuerza, gracias a mi hermana, fue de todo ese pop comercial y desechable, llámese Backstreet Boys, Spice Girls, Five, N'Sync y basofias similares, a través de un canal de cable de VTR que hasta hoy recuerdo por su pésimo sonido: The Box. El asunto mejoró luego por unos meses cuando nos pasamos a la compañÃa de la competencia que tenÃa un canal similar, Wurlitzer. Pero el poperÃo insÃpido siguió. Hasta que esos grupos pasaron de moda. Por suerte.
¿Que por qué me acuerdo de todo esto y lo escribo? Simplemente porque mi hermana en estos dÃas, gracias a la "magia" de Internet y ese vicio llamado Youtube, se encuentra efectuando su propio y personal "revival noventero". Fue recien ahora cuando pude recordar desde lo más recóndito a artistas poperos que duraron la nada misma (¿alguien se acordará de Belle Perez?) y además la siempre presente influencia mexicana que a través del canal Telehit dejaba caer por estos lados bostas como Kabah, OV7 y similares, de las cuales mi hermana se hizo fanática.
En plena noche, a las 4 o 5 de la madrugada, convirtiendo los videos .flv de Youtube a .mpg y copiándoselos a CD, es cuando me pregunto: ¿Por qué cresta tengo que recordar una época tan charcha para mÃ?
Asà que a los que les toque hacer un revival noventero que valga la pena dentro de algunos años, les aviso que van a tener que filtrar harta basura si quieren hacer algo de calidad. Porque yo, ni me siento capaz ni pienso hacer uno, al menos por ahora o mientras esa década no me traiga recuerdos que valga la pena traer a flote. Aunque algunos sean tan mierdosos que hasta floten solos.